Cuestionario Chamfort: Aitor Francos

El Aforista somete a los aforistas españoles al Cuestionario Chamfort, un listado cerrado de preguntas sobre la escritura más breve, con el propósito de cartografiar un mapa más o menos minucioso del estado del género actualmente en España.

En esta ocasión, responde al cuestionario el flamante ganador del III Premio Internacional de Aforismos José Bergamín, convocado por la editorial granadina Cuadernos del Vigía. Aitor Francos (Bilbao, 1986) ha publicado hasta la fecha los libros Igloo (Renacimiento, 2011. XIV Premio Surcos), Un lugar en el que nunca he escrito (Renacimiento, 2013), Libro de las invitaciones (Baile del sol, 2013), Las dimensiones del teatro (La Isla de Siltolá, 2015) y la plaquette Ahora el que se va soy yo (4 de agosto, Colección Planeta Clandestino, 2014). Escribe crítica y artículos para suplementos como ElCuaderno y Pérgola, y en revistas como Quimera. 


1. ¿Recuerda cuándo empezó a escribir aforismos de una forma consciente, es decir, comprometido con el género en cuanto autor?

En realidad no lo recuerdo. Fue un hábito inconsciente que se inició a la vez que las primeras tentativas con la poesía. Se puede decir que he tenido desde siempre el gusto por lo breve, lo dinámico y lo fragmentario.


2. ¿Cuál es su método de creación y composición de aforismos? ¿Los corrige de forma concienzuda, o prefiere respetar la primera intuición?

La composición tiene tres fases: la observación natural e interrogativa sobre la cotidianeidad del mundo, que cristaliza en forma de una idea, algo casi instantáneo e intuitivo; la formulación de la idea por medio del lenguaje que después se simplifica al máximo, hasta la esencia; y, por último, la corrección y depuración, el reposo, la selección y los descartes.


3. ¿Cuáles son sus aforistas de cabecera?

Entre los clásicos, Emil Cioran, Karl Kraus, Jerzy Lec, Oscar Wilde, los cuadernos en octavo de Kafka. Por supuesto, muchos fragmentos de Schopenhauer y Fernando Pessoa, y los diarios del incombustible Jules Renard. Entre los de lengua castellana, Nicolás Dávila y Roberto Juarroz, cuya poesía y cuyos ensayos sobre poesía son pura literatura aforística. De los actuales, mi último descubrimiento ha sido León Molina, por nombrar a uno.


4. Dígame su aforismo preferido, aquél que envidia no haber escrito usted.

Por decir uno moderno pero a todas luces extemporáneo, éste de Ramón Eder: "Somos inmortales todos los días de nuestra vida, excepto uno."


5. ¿Recuerda el mejor aforismo sobre el aforismo que haya leído?

Es difícil decidirse. Me viene ahora a la memoria uno de Karlos Linazasoro. "De lo que falta, lo que sobra: el aforismo." Hace poco escribí esto para intentar definirlo: "El aforismo es una rama, vista en perspectiva; más que una línea y menos que un bosque. Con la luz y el enfoque adecuados se queda en el justo medio, subrayando el horizonte"


6. ¿Qué lugar ocupa el aforismo en su actividad creadora respecto a otros géneros?

El de la tierra de nadie y los lugares fronterizos. El género central. Que lo impregna todo.


7. ¿Cree que se está produciendo en España cierta burbuja aforística?


No, si la pregunta presupone que esa burbuja fomenta la fragilidad de la literatura aforística.


8. ¿Qué influencia cree que pueden haber ocasionado ciertos fenómenos sociales (como la publicidad o las redes sociales) en el actual boom del aforismo?

Es obvio que han podido facilitar su difusión, pero no es un fenómeno tan novedoso. También humoristas como Jaume Perich o Coll popularizaron el género (aunque no sé si eran realmente aforismos) y a día de hoy casi todas sus ocurrencias me parecen geniales.


9. ¿Qué virtud y qué peligro puede tener el aforismo respecto a otros géneros literarios?

La virtud de la espera. La de colocar la mirada con paciencia sobre los recovecos del lenguaje y sobre la cotidianeidad hasta que se presenta la magia, el destello puro de lo poético, la revelación de la idea en su sustancia básica. La virtud de que lo que es comprendido lo es rápidamente, como una relámpago. Aunque yo creo, por distanciarme de Ramón Eder, que el aforismo se parece más a las estalactitas, cuando tratan de unirse con las estalagmitas. Son fruto de la condensación. De dejar pasar el agua y la transparencia por el interior. De buscar, a su vez, esa fusión entre las dos protuberancias, para consolidar un estructura de apoyo, una columna.

El peligro, por el contrario, de la impaciencia y el de confundir intuición con idea y esencia con brevedad.

10. Para terminar, obséquieme con un aforismo inédito, nunca antes publicado en ningún otro sitio.

 "La oscuridad es un cadáver insólito, te traslada de escenario, pero nunca sabemos bien quién lo mueve."

"La rosa sin espinas es mejor enterrarla en una cama."


 Libros al Albur


Jordi Doce

Jordi Doce (Gijón, 1967) es poeta, crítico y traductor. Doctor en letras por la Universidad inglesa de Sheffield. Traductor, ha publicado los poemarios Lección de permanencia (Pre-Textos, 2000), Otras lunas (XXVIII Premio de Poesía Ciudad de Burgos; DVD, 2002) y Gran angular (DVD, 2005). En prosa ha publicado Hormigas blancas (Bartleby, 2005), Imán y desafío (V Premio de Ensayo Casa de América; Península, 2005), Curvas de nivel y Perros en la Playa (La Oficina, 2011).


Gabriel Insausti

Nacido en San Sebastián en 1969, poeta, traductor y profesor de literatura. Es Doctor en Filología Hispánica y en Filología Inglesa. Desempeña su labor docente en el departamento de Literatura hispánica y Teoría de la literatura de la Universidad de Navarra. En el género aforístico, la editorial Renacimiento de Sevilla acaba de publicar Preámbulos, donde se recopila una buena parte de su quehacer en este campo.


León Molina

El autor, nacido en Cuba y residente en Albacete, ha publicado su primer libro de aforismos en 2015, Mapa de ninguna parte, el cual ha sido saludado por la critica como uno de los hitos del género en castellano de los últimos años. Aparte, es dueño de un hondo decir poético, plasmado en títulos como Llegar o El taller del arquero.


Carmen Camacho

Joven autora dotada de una inventiva fértil y provocadora, Camacho es conocida, aparte de por sus originalísimos aforismos y contraaforismos, por su labor didáctica y docente (organiza talleres de creación de aforismos con regularidad) y por su vocación dinamizadora de todo tipo de eventos literarios y culturales.


Elías Moro

Moro, que actualmente reside en la ciudad extremeña de Mérida, es poeta y narrador, aparte de prolífico aforista. Su libro El juego de la taba lo dio a conocer al público lector del género más breve, y en 2015 ha publicado Algo que perder, con el que confirma su don natural para la expresión rápida y concisa.


José Luis Morante

Morante, cuya obra poética ha mericido el  Premio Luis Cernuda, el Internacional de Poesía San Juan de la Cruz, o el Hermanos Argensola. Ha publicado varios libros de poesía y ensayo literario. Es responsable del blog Puentes de Papel. En el género aforístico, escribió Mejores días y acaban de aparecer sus Motivos personales (2015).


Mario Pérez Antolín

De uno de los libros de Pérez Antolín dijo Eugenio Trías que "está lleno de chispazos de inteligencia y sabiduría que acreditan el oficio del que escribe". Victoria Camps, por su parte, elogio de él que "muestra con su escritura que el pensamiento es capaz de emocionar al dejar de ser ese discurso árido que sólo sabe enlazar abstracciones y nos distancia del mundo".


Manuel Neila

Neila es poeta, crítico literario y traductor. Su interés por las “formas breves", en general, y por el aforismo, en particular, se viene materializando en libros como El silencio roto, Pensamientos de intemperie (que incluye una selección de los cuadernos El silencio roto, Palabras en vilo, La voz desnuda, Juicios en alarde) y Pensamientos desmandados, que acaba de aparecer en Ediciones de La Isla de Siltolá.



 aforistas.com



Aforistas españoles vivos

Como un suculento y nutricio menú degustación ha sido mi lectura de este Aforistas españoles vivos que Libros al Albur ha puesto al alcance de los lectores aficionados al género. Un espléndido menú de once platos sabiamente combinados en los que, en variadas dosis y tiempos de cocción, y picando de aquí de y de allá, se paladean todos los sabores conocidos, si bien, al menos para quien esto suscribe y acaso producto de los tiempos que corren, lo ácido y lo amargo se llevan la palma.



De los aforismos de Lichtenberg, que tradicionalmente han conocido una excelente acogida en el mercado editorial español, existen tres ediciones distintas, publicadas por Edhasa, Cátedra y Fondo de Cultura Económica. Este volumen publicado por Hermida Editores, el primero de la obra completa que ahora se publica en traducción de Carlos Fortea y prólogo de Jaime Fernández, recoge los tres primeros cuadernos según la edición canónica publicada en alemán, con lo cual nos encontramos ante una novedad de importancia dentro del género en español.



Los Aforismos de Oscar Wilde que recopila Gabril Insausti en esta edición recientemente editada por Renacimiento, dentro de la magnífica colección A la mínima dirigida por Manuel Neila, suponen una magnífica demostración del inmenso talento del autor para el género más brave. Se trata, en su mayoría, de frases entresacadas de sus propias obras, que avalan la capacidad sintética, incluso sentenciosa, del irlandés.


Ilusión y verdad del arte, de Nietzsche

Ilusión y verdad del arte es una antología de pensamientos de Friedrich Nietzsche en torno al tema de la ilusión y la autenticidad en el arte. Escogidos, traducidos y prologados por Miguel Catalán, dan una visión panorámica de las ideas del filósofo alemán sobre la función y el sentido del arte en la vida humana. Aunque el orden de los textos es temático y no temporal, por estas páginas van pasando ante los ojos del lector las distintas fases del pensamiento de Nietzsche hasta los casi desconocidos fragmentos póstumos.



Reflexiones del señor Z. no es un libro de aforismos, en el sentido clásico del término: sus 259 textos, más o menos breves todos ellos, encajan mal con la aspiración más o menos moral, más o menos sapiencial, del lapidario género más breve. Aquí, unos llevan a otros, como cuentas distintas de un mismo collar. Reflexiones del señor Z. tampoco es un libro de microrrelatos, entendidos como lentejuelas narrativas que brillan un momento, cuando incide sobre ellas la luz de la lectura, y luego se apaga. En este caso, la luz rebota y va dando saltos, sin encontrar un posadero al final.



La ventana invertida, del filósofo y mago Miguel Catalán, no es su primer libro. Ni es el primer libro suyo que leo. A Catalán, como a mí, le gusta lo breve. Seguramente, al igual que yo, lo ha leído todo. Sin duda es un lector exhaustivo, pero se queda con lo nuclear, lo contundente, lo esencial. Y todo ello le inspira lo propio. Esta “ventada invertida” lo presupone. Se nota que tiene un gran dominio de la concisión, al menos para expresar sus pensamientos por escrito. Y yo se lo agradezco profundamente. Esta ventana suya nos ofrece las reflexiones que se hace a sí mismo sobre su entorno más interno y externo.



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