
El libro no cuenta con capítulos, secciones o acápites que circunscriban el material en temas o inquietudes claramente delineadas. Se trata de un auténtico tratado expuesto en aforismos. Cada frase es autónoma e independiente, lo que no significa que todo su sentido se halle en esa forma aislada. Advertir los guiños textuales entre aforismos es tarea del lector; relacionarlos, una decisión.
Recursos humorísticos como la parodia, la ironía o incluso el sarcasmo distinguen la escritura de Trull. Así, por ejemplo, la apostilla al dicho o al refrán, se ha convertido en una estrategia recurrente: “Tanto va el voto a la urna, que se vacía”. La paradoja es asimismo uno de los distintivos del aforismo que practica Felix. El juego de opuestos es un recurso que no por habitual deja de decantarse en cada título, como lo corroboran estos ejemplos: “Desde que he renunciado a entender a las personas, me resulta mucho más fácil amarlas”; “Dicen que, pronto, la muerte será opcional. Auguro una plaga de suicidios sin razón aparente”.
La lección de Pulgarcito ofrece también una serie de indagaciones metaforísticas. Conocedor del género, Felix Trull reflexiona sobre el aforismo, su capacidad evocativa o su parentesco con otras formas basadas en la brevedad: “La diferencia entre un refrán y un buen aforismo es que este último te deja en la duda. A veces, para siempre”. El cuestionamiento de la forma como una constante de la vocación creativa. El aforismo es un género de preguntas, no de respuestas, quizá por ello Trull se lance contra las trampas de la verdad:
No hay apariencias engañosas, sino intérpretes apresurados.
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Aforismo sublime: para los doctos tenía tres sentidos; para los legos, otros tres, completamente distintos.
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No hay nada más duradero que un aforismo incomprendido.
Los aforismos que integran esta apuesta se caracterizan por un espíritu disruptor, inconforme. Felix Trull es un pensador a contracorriente que busca distanciarse del consenso: “Prefiero condenarme como lobo solitario que salvarme formando parte de un rebaño”. Trull, conocedor también de las trampas del saber, advierte sobre los engaños y la añagaza que el intelecto puede acarrear en actividades consagradas, como la lectura misma: “Leer mucho no sólo no es garantía de inteligencia, sino que a menudo centuplica esa estupidez que todos llevamos ingénita”.
Hablar poco y escuchar mucho parece ser la lección que Pulgarcito (al menos en la versión de Charles Perrault) ha legado a la escritura de Trull. Anotar poco, evocar mucho. El aforismo es entonces el género que dice mucho en pocas palabras y Pulgarcito es el personaje que mejor lo representa.
Felix Trull, La lección de Pulgarcito. Prólogo de Ander Mayora. Karima Editora, Valencia, 2019.
Enciclopedia de libros españoles de aforismos
Inauguramos nueva sección, en la que vamos a empezar a recopilar los mejores aforismos de los libros escritos por autores nacidos o residentes en España, y publicados en nuestro país a partir del año 2010 en adelante. Lo hacemos para reunir en un único espacio virtual la más ingente cantidad de información posible sobre este tema, a modo de "enciclopedia" para su consulta por parte de cualquier interesado o estudioso en el futuro. Las primera obras que incorporamos son los libros de Carlos Marzal, Ana Pérez Cañamares, Manuel Neila, Victoria León, José Luis Morante, Ander Mayora, Jordi Doce, Dionisia García, Fernando Menéndez, Erika Martínez, Felix Trull, José Antonio Santano, Emilio López Medina, Carmen Canet, José Ángel Cilleruelo, Pedro Roso, Antonio Rivero Taravillo, Miguel Ángel Arcas, Gabriel Insausti y Mario Pérez Antolín, entre otros.
Los aforistas que se ocupan de Dios
Una somera lectura de los libros publicados en España en los últimos años, y ciñéndonos exclusivamente al siglo XXI, nos permite afirmar, de manera taxativa, que los aforistas españoles vivos, contra la impresión apresurada, sí se ocupan de Dios. A propósito de la publicación de la antología Las cosas que no son. Los aforistas y Dios por parte de Libros al Albur, reunimos un puñado de aforismos sobre Dios escritos por Juan Kruz, José Luis García Martín, Gregorio Luri o Jesús Cotta, entre muchos otros.
De poetas a aforistas
Iniciamos en El Aforista una ronda de entrevistas con poetas que, en un momento dado, empezaron a cultivar el género más breve, hasta incorporarlo a su quehacer cotidiano. Contribuyen Ana Pérez Cañamares, León Molina, José Luis Morante, Raquel Vázquez, Karlos Linazasoro y Erika Martínez, entre otros.
Cioran: la pausa del espíritu

Los aforistas y la paternidad
¿Qué queda de la paternidad en el siglo XXI? ¿Hay todavía hombres que la vivan como un hecho gozoso y crucial de sus existencias, incluso como una suerte de “bautismo” personal? Con el objetivo de aportar alguna luz a este asunto, capital en la vida de todo hombre, Libros al Albur ha invitado a varios aforistas a aportar sus textos donde dejan constancia de su experiencia personal al respecto, lo cual ha dado como fruto Fili Mei. Los aforistas y Dios, una antología que verá la luz en breve. Publicamos un breve adelanto en exclusiva.
Pessoa: aprender a no ser nadie
La obra y la personalidad de Fernando Pessoa han sido sobradamente estudiadas, analizadas e incluso desmenuzadas desde que, en 1982, se diera a conocer uno de los títulos mayúsculos del siglo XX, su proteico y deforme Libro del desasosiego. La pluralidad y heterogeneidad del autor eran, no sólo conocidas, sino fomentadas por él mismo, así que sería ocioso abundar de nuevo en ello. Aun así, tal vez se haya incidido excesivamente en su gusto por los heterónimos desde la perspectiva de la multiplicación de la identidad personal, orillando el hecho de que, detrás de ella, late un proyecto de destrucción de la misma, una verdadera tarea de conquista del anonimato esencial del ser humano.
Gil-Albert: el placer de discurrir
Un arte de vivir es un volumen misceláneo, compuesto por anotaciones dispersas entre las cuales los aforismos tienen un papel destacado, donde Juan Gil-Albert (Alcoi, 1904-Valencia, 1994) "escribe, como si se tratara de un dietario personal", en palabras de Claudia Simón, aquellas reflexiones en bruto que luego darían pie, o no, a algunos de sus poemas, ensayos o artículos de prensa. Ese carácter primario, un tanto visceral, nos permite acceder a la intimidad del escritor desde una perspectiva nueva, la cual ya habíamos avizorado en su Breviarium vitae. Son sus disquisiciones, aun inspiradas en la España de su época, de total actualidad, plenamente vigentes, lo cual nos informa, para nuestro espanto, de lo poco que cambian algunas naciones por mucho que muden sus estructuras políticas, y para nuestro consuelo, de lo mucho que perviven los buenos textos cuando apuntan a lo esencial.
Hiram Barrios: "El aforismo es una suerte de épica posmoderna"

Los sofismas de Vicente Núñez
Vicente Núñez (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1926 - 2002) empezó a publicar sus peculiares 'sofismas' en octubre de 1987, y siguió haciéndolo prácticamente hasta su muerte en las páginas de los periódicos Córdoba y El Correo de Andalucía. Según indica Miguel Casado, "se trata de tiradas breves, que recogen en cada caso ocho o diez frases, sin una especial ordenación ni alguna clase de afinidad temática". Estos sofismas se recogieron en volumen en varias ocasiones: Sofisma (1994), Entimema (1997) o Sorites (2000). El propio Casado publicó la antología Nuevos sofismas (Germania, Alzira, 2001), en la cual agrupaba los aforismos por temas, a modo de diccionario extravagante; con ello muchas de las anotaciones se iluminaban entre sí, logrando una apariencia sistemática que tal vez no había buscado conscientemente el autor (lo cual no significa que no existiera). En El Aforista compartimos algunos de los aforismos de este libro que más nos han llamado la atención.
Karl Kraus: el artista es el Otro

María Zambrano: la entraña del cielo
En el libro titulado Dictados y sentencias (Edhasa, Barcelona, 1999), Antoni Marí realizó una selección de frases entresacadas de las obras de María Zambrano, tal vez la autora más densa, honda y audaz del pensamiento español de todos los tiempos. La exigencia de claridad que la propia Zambrano planteaba como horizonte moral y conceptual de la filosofía se traduce en un estilo con sobreabundancia de expresiones rotundas, apodícticas, válidas por sí mismas aunque deudoras de una cosmovisión que las ilumina y dignifica. Es por ello que la operación desnaturalizadora de Marí, y en general de todas las antologías que destilan aforismos a partir de textos de otra naturaleza, encuentra en este caso una plena justificación, tanto filosófica como poética.